Embarazo en tiempos del coronavirus: ¿cómo puedo proteger a mi bebé y protegerme a mí misma?
También las futuras madres deben protegerse a sí mismas y a sus bebés del coronavirus. Aquí puede leer qué debe tener en cuenta durante el embarazo y por qué la Comisión Permanente de Vacunación (STIKO) recomienda la vacuna contra el coronavirus también a las mujeres embarazadas y en periodo de lactancia, así como a las mujeres que desean tener un hijo.
Las vacunación contra el coronavirus ofrece también a las mujeres embarazadas la mejor y más segura protección contra la enfermedad COVID-19. Además, es importante observar las normas de conducta recomendadas, así como la fórmula DHM+V (distancia, higiene, mascarillas y ventilación). También deben ser vacunas las personas de contacto (de 12 años en adelante) cercanas a las mujeres embarazadas. Si sospecha que se ha contagiado con el coronavirus, lo mejor es consultar por teléfono a su médico sobre los pasos a seguir. En este artículo encuentra más información sobre lo que futuras madres deben saber y tener en cuenta.
Mayor riesgo de COVID-19 grave en mujeres embarazadas no vacunadas
El embarazo es una situación estresante para el organismo debido a los cambios físicos que lo acompañan y, por lo tanto, eleva el riesgo de una evolución grave de COVID-19. Ese mayor riesgo existe para todas las mujeres embarazadas, no solo para las que tienen afecciones preexistentes o factores de riesgo tales como la hipertensión crónica o diabetes. El riesgo también aumenta con la edad. Datos de estudios sugieren que una infección grave con coronavirus es más probable en mujeres embarazadas que en otras personas infectadas. Las mujeres embarazadas que contraen COVID-19 tienen más probabilidades de necesitar cuidados intensivos en un hospital. Aproximadamente una de cada diez mujeres embarazadas ingresadas con síntomas de COVID-19 necesita cuidados médicos intensivos.
Wolfgang Heinrich, ginecólogo y director de la clínica de maternidad del hospital Charité de Berlín, dice sobre sus experiencias cotidianas en la clínica:
“Lo que cada vez más vemos son embarazadas gravemente enfermas de COVID-19 que pierden a sus hijos o tienen partos prematuros y mujeres que sufrirán de secuelas permanentes si sobreviven. Las mujeres que enferman durante el embarazo tienen (...) un riesgo 50 veces mayor de morir antes del parto, durante el parto y en el puerperio".
¿Cuál es el riesgo para el bebé si la madre contrae COVID-19?
A partir de los datos de los que actualmente se dispone no es posible hacer afirmaciones concluyentes sobre el efecto de una infección sobre el feto. Sin embargo, en general, la transmisión de una infección materna de SARS-CoV-2 al recién nacido parece ser poco frecuente y desencadenar síntomas en el recién nacido sólo en raras ocasiones. Sin embargo, en principio, toda enfermedad con fiebre alta puede aumentar el riesgo de complicaciones y malformaciones durante el primer tercio del embarazo. Los resultados de algunos estudios también muestran que, en particular, mujeres embarazadas que contrajeron COVID-19 grave tuvieron más partos prematuros y los recién nacidos tuvieron que ser atendidos con más frecuencia en una unidad de cuidados intensivos para prematuros y recién nacidos.
Hasta ahora, se han descrito pocas muertes de nonatos o recién nacidos, aunque algunos estudios indican que existe un mayor riesgo de que el bebé nazca muerto en el caso de que la madre padezca de una COVID-19 grave.
¿Debo vacunarme contra COVID-19 si estoy embarazada?
La STIKO recomienda fuertemente a las mujeres que deseen tener hijos que se vacunen antes de quedar embarazadas. La vacuna proporciona la mejor protección posible para la mujer embarazada y su hijo ya desde el primer tercio del embarazo.
La Comisión Permanente de Vacunación (STIKO) recomienda encarecidamente a mujeres embarazadas que se vacunen contra la COVID-19 con dos dosis de la vacuna de ARNm Comirnaty® de BioNTech/Pfizer a intervalos de tres a seis semanas a partir del segundo tercio del embarazo. La razón de esa recomendación son los riesgos de una evolución grave de COVID-19 en mujeres embarazadas no vacunadas y que datos significativamente mejores actualmente disponibles demuestran que no se producen con más frecuencia de lo normal efectos indeseados graves después de la vacunación contra el coronavirus de mujeres embarazadas. Los datos relacionados con la seguridad de las vacunas actualmente disponibles tampoco muestran un mayor número de nonatos muertos o nacimientos prematuros debido a una vacunación.
¿Por qué la STIKO recomienda ahora solamente la vacuna Comirnaty® de BioNTech/Pfizer para las mujeres embarazadas?
Datos actuales muestran que en personas jóvenes se observan efectos secundarios raros como miocarditis y pericarditis con mayor frecuencia tras la vacunación con la vacuna Spikevax® de Moderna que tras la vacunación con BioNTech/Pfizer. Basándose en esos nuevos datos, la STIKO recomienda que se vacunen con Spikevax® de Moderna solo los mayores de 30 años. Aunque no existen datos comparativos entre Comirnaty® y Spikevax® para mujeres embarazadas, la STIKO recomienda que las mujeres embarazadas sólo se vacunen (a partir del segundo tercio de embarazo) con Comirnaty® de BioNTech/Pfizer como medida de precaución, independientemente de su edad.
¿Debo vacunarme contra COVID-19 si estoy amamantando?
La STIKO recomienda a las mujeres lactantes no vacunadas que se vacunen con la vacuna de ARNm Comirnaty® de BioNTech/Pfizer. No es necesario interrumpir la lactancia tras la vacunación con la vacuna de ARNm Comirnaty® de BioNTech/Pfizer. Hable con su ginecólogo/a o médico/a de cabecera y sopese junto con este/a los beneficios y riesgos de una posible vacunación.
Bueno saber: el uso y la seguridad de la vacunación contra el coronavirus se investigan también continuamente en mujeres embarazadas. La empresa BioNTech/Pfizer ya inició un estudio mundial con 4.000 mujeres embarazadas; los resultados se esperan para agosto de 2022. En una evaluación de beneficios y riesgos actualizada en mayo de 2021, la Sociedad Alemana de Ginecología y Obstetricia (DGGG) se pronunció, junto con otras sociedades profesionales, a favor de priorizar la vacunación de mujeres embarazadas con una vacuna de ARNm contra la COVID-19. La DGGG acogió con satisfacción la decisión de la STIKO:
"Apoyamos completamente la recomendación, ya que la justificación científica está fuertemente avalada por hechos, especialmente después de tenerse en cuenta nuevos datos proporcionados por el RKI. Ahora los/las ginecólogos/as pueden informar a sus pacientes sobre las ventajas de la protección de la vacunación y recomendar la inmunización contra la COVID-19 de forma totalmente fundamentada", dice el Prof. Dr. Ekkehard Schleußner, jefe del grupo de autores de las recomendaciones de vacunación de las asociaciones profesionales de ginecología.
¿Debo consultar a un/a médico/a antes de vacunarme?
La vacunación es siempre una decisión individual que es mejor tomar junto con su médico/a. Por lo tanto, las futuras madres y especialmente las mujeres embarazadas con enfermedades previas (véase más arriba) o con un alto riesgo de infección deben buscar asesoramiento médico exhaustivo. Si bien las parteras son importantes asistentes personales durante el embarazo y después, no están cualificadas para aconsejar sobre la vacunación y no están autorizadas a hacerlo. Esa información y consejos están reservados a los/las médicos/as.
Importante también: si en el momento de la vacunación, la futura madre no sabía que estaba embarazada, ello no es en absoluto una razón para interrumpir el embarazo.
La vacunación no afecta la fertilidad
No existen indicios de que las mujeres puedan quedar estériles como consecuencia de la vacunación, aunque –especialmente en las redes sociales– circulen repetidamente rumores y noticias falsas al respecto. Tampoco se ha registrado un aumento del número de abortos o complicaciones luego de una enfermedad COVID-19 y la consecuente producción de anticuerpos.
La vacunación contra la COVID-19 no aumenta el riesgo de aborto
Un estudio realizado en EE. UU.[MM1] demostró que el riesgo de aborto no aumenta con la vacunación. Los abortos espontáneos se produjeron con la misma frecuencia en las mujeres embarazadas vacunadas que en las no vacunadas antes de la pandemia. Por regla general, entre el diez y el quince por ciento de los embarazos acaban en aborto natural. Ello suele ocurrir en las primeras doce semanas del embarazo y pasa desapercibido. Entre las participantes en el estudio, el 13,9 % (115 de 827 mujeres) sufrió un aborto espontáneo. Esta tasa está dentro de los límites normales.
Más información halla en el sitio web del Instituto Robert Koch.